Washington, (EFE).- Estados Unidos inició este jueves una fase clave en el proceso para someter a un juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump.
Este juicio tiene como objetivo hacer públicas las sesiones de una investigación que promete disparar cada vez más las tensiones partidistas en vísperas de un año electoral.
La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una resolución que supone un espaldarazo a la investigación iniciada en septiembre por la mayoría demócrata en el hemiciclo para determinar si Trump abusó de su poder con propósitos electorales en sus contactos con Ucrania.
“Lo que está en juego en todo esto no es nada menos que nuestra democracia”, dijo la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, antes de la votación en el pleno.
La medida, aprobada por 232 votos a favor y 196 en contra, permitirá que se televisen en directo los interrogatorios a testigos que hasta ahora se han desarrollado a puerta cerrada, un paso con el que los demócratas buscan mover la opinión pública a favor de un proceso de destitución del presidente.
“El pueblo estadounidense debe ver todas las pruebas por sí mismo”, afirmó tras el voto el congresista demócrata Jerry Nadler, que preside el Comité Judicial de la Cámara Baja. Solo el 48 % de los estadounidenses apoya por ahora la apertura de un juicio político a Trump, según un promedio de encuestas elaborado por la web FiveThirtyEight, y la opinión de los ciudadanos depende notablemente de su partido- el 84 % de los demócratas y el 11 % de los republicanos lo respaldan.
Otro objetivo de la resolución era dar legitimidad a una investigación que la Casa Blanca ha tachado de “inconstitucional”, con un voto en la Cámara Baja que los demócratas no habían querido programar hasta ahora y que demostró la profunda división en el pleno sobre el proceso contra Trump.
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